Todos tenemos claro lo importante que es mantener una correcta higiene para cuidar nuestra salud.
De hecho, los adultos ya tenemos adquiridos ciertos hábitos de limpieza que hacemos a diario.

En el post de hoy te contamos lo fundamental de enseñarles a lavarse correctamente y cómo hacerlo.
La higiene, fundamental para nuestra salud
Somos nosotros, los padres, los que tenemos que inculcar a nuestros peques la importancia que tienen unos buenos hábitos de higiene en el día a día, ya que ellos todavía no lo han aprendido.
Una mala higiene puede acarrearnos problemas de salud, enfermedades como la gripe, la gastroenteritis o problemas como los piojos.

De ahí la importancia de enseñarles a nuestros hijos que lavarnos es algo que debemos realizar a diario.
Como todo hábito, necesita de práctica para acabar adquiriéndolo, así que debemos dar ejemplo y realizar una serie de acciones para que nuestros hijos lo asimilen como una costumbre.
Hábitos de higiene diarios imprescindibles
- El primero, sino el más importante, es lavarse las manos.

Pensad en todo lo que tocan nuestros hijos al cabo del día. Si hay algo que no tienen los niños es pudor a la hora de tocar lo que sea, desde un perrito que se encuentran por la calle a esa piedra que cogen por la calle.
Sus manos después de una tarde en el parque jugando son una bomba de relojería, por lo que hay que acostumbrarlos a lavarse las manos en diferentes momentos durante el día.

Antes de cada comida, después de ir al baño, después de jugar en el parque, al llegar a casa… Además hay que enseñarles a que se froten bien y que las uñas queden bien limpias.
- Lavarse los dientes después de comer es otro de los imprescindibles en la rutina de higiene diaria.

Para evitar caries y otras enfermedades derivadas, es importante enseñarles como deben hacerlo y que sus dientecitos queden bien limpios.
- Bañarse a diario, aunque en invierno podemos alternar un día si y otro no, es fundamental para eliminar la suciedad acumulada durante el día.
Los niños no paran de jugar, correr, tirarse por el suelo… el baño les eliminará todo el sudor y restos de suciedad.

Es importante que aprovechemos para enseñar a nuestros hijos como lavarse bien cada zona e ir enseñándoles para que puedan ir haciéndolo ellos solos conforme crezcan.
El baño además, los relajará y los dejará como nuevos para irse a dormir.
- Durante el baño, hay que prestar especial atención al pelo.
Es una parte del cuerpo que se ensucia con facilidad y vulnerable a los temidos piojos, por lo que es importante lavarlo y cepillarlo.
La constancia se convertirá en costumbre
Si somos constantes, conseguiremos que nuestros hijos terminen adquiriendo estos hábitos de higiene y no hará ni falta que les recordemos que lo hagan, lo realizarán por ellos mismos.

Y un hábito que se adquiere en la infancia, perdurará para toda la vida.