Cada etapa de los niños tiene sus desafíos, pero para muchas familias, la adolescencia es la más difícil. La transición de la niñez a la adultez temprana puede ser una montaña rusa para los niños, y cuando su hogar está lleno de hormonas furiosas, puede ser difícil mantener la calma.
Pero hay formas de suavizar este camino rocoso. El problema es que si nos sentimos inseguros, nuestros adolescentes pueden olerlo a una milla de distancia y terminamos caminando sobre cáscaras de huevo a su alrededor.
La buena noticia es que aunque todos los niños tendrán sus altibajos al entrar en la adolescencia, hay muchas cosas que se pueden hacer antes de que lleguen a esta etapa para ayudar a toda la familia a navegarlo lo más fácilmente posible.
Establece reglas básicas
Todos los niños necesitan límites, incluso cuando están en la cúspide de la edad adulta, pero los adolescentes son famosos por ponerlos a prueba. La clave para crear reglas que tu hijo pueda cumplir es involucrándolo en el proceso.
Sabemos, por ejemplo, que los adolescentes querrán salir con sus amigos, así que sentaos juntos y acordad qué es razonable, adónde pueden ir y cuánto tiempo pueden permanecer fuera.
Si tu hijo se compromete con las reglas, es poco probable que las incumpla.
Sin embargo, también es importante saber que, a veces, las reglas se pueden rebajar.
Si a tu hijo normalmente no se le permite salir por la tarde entresemana, pero su banda favorita hace un concierto un miércoles por la tarde, es posible que desees hacer una excepción a la regla.
Si tu hijo sabe que eres razonable con las reglas básicas, confiará en ti y no te desafiará.
Aumenta su independencia
La mayoría de los adolescentes anhelan la independencia, pero soltar a tu hijo puede ser estresante para ti.
La mejor forma de probar es aumentando su independencia gradualmente a medida que se acerca a la adolescencia.
Puedes comenzar dejándolo ir al colegio por su cuenta o dejarlo en casa durante 10 minutos solo, mientras vas a comprar algo.
A medida que se gana tu confianza y se acostumbra a su nueva independencia, puede dar pasos más importantes, como irse a pasar la tarde con un amigo o coger el transporte público él solo.
Escucha sus opiniones
Todos pasamos por períodos en los que nos sentimos como si estuviéramos regañando constantemente a nuestros hijos, y esto puede convertirse en un círculo vicioso: cuanto más regañamos, menos escuchan.
Pero no son los únicos que necesitan mejorar sus habilidades auditivas.
La mayoría de nosotros entablamos una conversación con nuestros hijos simplemente para expresar nuestro punto de vista, en lugar de escuchar lo que tienen que decir.
Adquiere el hábito de mirar el tema como si fuera una mosca en la pared, viendo ambos lados del argumento.
Está bien no sentirse como si estuviésemos controlando todo el tiempo.
Céntrate en los aspectos positivos
Los niños no necesariamente se convierten en monstruos en el momento en que llegan a la pubertad.
En lugar de centrarte en los aspectos negativos del comportamiento de tu hijo a medida que se acerca a la adolescencia, intenta ver los aspectos positivos.
Los adolescentes pueden ser horribles, pero también son aventureros, compasivos y creativos.
Prosperan gracias a la independencia, pero también necesitan que el hogar sea su santuario.
Si podemos tratarlos como adultos en formación y estar en el mismo equipo, podemos darles lo que más necesitan: amor, respeto y comprensión.
Hasta aquí llega el blog de esta semana.
Esperamos que os haya gustado.
¡Nos vemos la semana que viene con un nuevo blog!