Hoy 28 de mayo se celebra el Día Internacional del Juego.
Jugar es una acción fundamental en la vida de los niños, no sólo porque se divierten, sino porque a través del juego aprenden continuamente.
En el post de hoy te contamos la gran importancia que tiene que nuestros hijos jueguen y que nosotros juguemos con ellos.
La importancia de los juguetes
Para los más pequeños, sus juguetes son algo más que objetos, son compañeros de juegos, amigos, casi miembros de la familia.
Pero las ventajas del apego que nuestros hijos sienten por sus juguetes no se resume a una simple cuestión de bienestar para ellos, sino que conlleva una serie de beneficios para su desarrollo.
Existen diferentes estudios que indican que jugar favorece el desarrollo de nuestros hijos en el terreno emocional, cognitivo y social.
- Jugar desarrolla su imaginación.
- El juego fomenta su creatividad al inventarse historias y situaciones.
- Jugando aprenden a expresar mejor sus sentimientos, al ser juguetes de carácter afectivo los niños se sueltan y les hablan directamente mostrando lo que sienten.
- Al ser juegos de imitación, les ayuda mucho a desarrollarse y a entender y reproducir situaciones de la vida cotidiana.
- Les enseña a aprender hábitos y responsabilidades, ya que juegan a cuidar de ese bebe, teniendo que vestirle, cambiarle, darle de comer…
- Además el gesto de vestir y desvestir a sus muñecas les hace ejercitar la motricidad fina y la coordinación.
- Les ayuda a conocer el cuerpo humano.
- Jugar les enseña a ser más autónomos, cuando juegan en solitario toman decisiones y resuelven problemas por ellos mismos.
- Cuando juegan con otros niños, aprenden a interactuar, a compartir, a relacionarse con otros, fortalece su vocabulario…
Jugar es su primer contacto con el mundo real, mediante el juego simulan acciones del día a día.
Jugar con nuestros hijos
Vivimos en una sociedad totalmente tecnológica, en la que videoconsolas, tablets y móviles han cambiado la manera en la que juegan nuestros hijos.
No podemos negarles el acceso a la tecnología porque han nacido con ella, pero hay que racionalizarla y fomentar que jueguen a otras cosas.
Podemos involucrarnos y compartir con ellos un rato de juego, ya sea con sus muñecas o a algún juego de mesa, por ejemplo.
Aunque es importante que aprendan a jugar solos, les encantará compartir esos momentos con nosotros.
Jugar es algo más que entretenimiento, además de hacer felices a nuestros hijos, es parte fundamental en su desarrollo.
El juego para nuestros hijos es una parte imprescindible en sus vidas, les enseña a conocer las normas sociales, aprenden a ganar y a perder, a solucionar problemas, a expresar mejor sus emociones y, por supuesto, les hace muy felices.