Aplicar la disciplina positiva con tu hijo puede parecer un trabajo duro.
Es cierto que implica el compromiso de pensarnos dos veces cómo respondemos al comportamiento de nuestros hijos, pero también nos ayuda como padres.
Nos sentimos menos estresados sobre si lo estamos haciendo bien o mal, menos culpables por ser demasiado severos y menos cansados.
Estas estrategias y herramientas te ayudarán a ganar confianza aplicando la Disciplina Positiva.
Muchas de estas ya se utilizan en los colegios, y se obtienen grandes resultados.
Resolver problemas
Esto se llama práctica restaurativa y ayudará a tu hijo a comprender qué salió mal y cómo puede corregirlo.
Entonces, por ejemplo, si rompe el juguete de su hermano, puedes animar a tu hijo a pensar en cómo se siente su hermano (triste porque su juguete está roto) y qué podría hacer para compensarlo (guardar dinero en la hucha para reemplazar el juguete roto).
Di sí en lugar de no, y hazlo en lugar de no hacerlo
«Por favor, cuelga el abrigo» es más efectivo que «No tires el abrigo al suelo».
«Sí, puedes ver la televisión después de terminar los deberes», funciona mejor que “No puedes ver la televisión hasta que no termines los deberes”.
Ayúdalos a comprender sus emociones
Si su hijo puede nombrar e identificar cómo se siente, mejorará su expresión y será menos probable que tenga arrebatos de ira o recurra a la agresión física o la mala educación.
Decir: «Sé que estás enfadado en este momento, así que demos un paseo y hablemos de ello», les ayudará a sentir que comprendes sus emociones y a reconocer cómo se sienten.
Trata los errores como oportunidades de aprendizaje
A menudo, pensamos que los niños aprenden de los errores cuando son castigados, pero lo que normalmente aprenden es: «Debo ser una mala persona», «No soy lo suficientemente bueno» o «No pertenezco ”.
No obstante, debemos celebrar los errores como una maravillosa oportunidad de crecimiento».
En lugar de regañar a tu hijo por enfadarse cuando pierde en un juego del ordenador, háblale sobre cómo ahora entiende mejor el juego y cómo puede usar lo que ha aprendido para la próxima vez.
Esto aumenta la resiliencia y lo alienta a no rendirse.
¡Hasta aquí llega el blog de hoy!
¡Esperamos que os haya gustado!
Nos vemos la semana que viene con un nuevo blog.