El lenguaje y su desarrollo son un momento importantísimo en el crecimiento de los niños.
Aprender a comunicarse es vital para los más pequeños y si surge algún problema, les puede generar ansiedad y frustración.
El momento del juego es una ocasión perfecta para estimularles para que aprendan y mejores a la hora de expresarse.
Hoy te damos algunos consejos para motivarles de forma divertida a través del juego.
Juega con tus hijos
Independientemente de los beneficios respecto al lenguaje, todos deberíamos reservar un ratito al día para jugar con nuestros hijos.
Jugar es la manera que ellos tienen de aprender y de divertirse, por lo que compartirlo con sus padres para ellos es un momento único.
Sienten que son importantes, hay que dejarles que lleven la iniciativa, que nos digan a qué quieren jugar y podemos aprovechar para que nos expliquen en qué consiste el juego.
Eso les dará seguridad y mejorará su autoestima, además de motivarles a hablar.
¿Jugamos al veo veo?
Un juego sencillísimo y de toda la vida que a los peques les encanta y que es ideal para ampliar vocabulario.
Si ya saben leer o están aprendiendo, este juego les ayudará a aprender como se escriben ciertas palabras.
Si todavía no controlan el tema de las letras, podemos jugar con pistas como para qué sirve, dónde se encuentra, color, tamaño… de este modo utilizaremos más palabras.
Nos contamos historias
Es como contar un cuento pero sin leerlo. Comenzamos nosotros contando una historia, no muy larga, que nos hayamos inventado.
Luego ellos tienen que hacer lo mismo. Podemos ayudarles diciendo unas cuantas palabras que deben de aparecer en la historia, como por ejemplo: oso, casa, galletas, amigos.
Nuestro peque tendrá que construir una breve historia incluyendo esas palabras. Además de estimular su lenguaje, también estimulamos su imaginación y fomentamos la creatividad.
Adivina quién es
Invitarles a que tengan que describir algo o a alguien es un gran truco para ayudarles con el lenguaje.
Podemos jugar a adivinar un personaje de alguna película de dibujos que a ellos les guste. Nosotros vamos haciendo preguntas sobre el personaje y nos tienen que ir indicando si acertamos o no.
¿Tiene el pelo negro?, ¿los ojos azules?, ¿viste con un vestido? Cuando sea su turno tendrán que hacer lo mismo y les ayudará a concentrarse en hacer las preguntas adecuadas y a fomentar el lenguaje.
El juego simbólico
También llamado juego de roles, es decir, reproducir cualquier situación de la vida cotidiana.
Podemos hacer que estamos en el supermercado y uno es el que compra y otro el dependiente, estamos en el médico con nuestro bebé o en un restaurante, por ejemplo.
Con cualquiera de estos juegos utilizarán el lenguaje, aprenderán palabras nuevas y les motivaremos a hablar y por tanto, ir perfeccionando su lenguaje.
Al hacerlo a través del juego, se divertirán y asimilarán la información más fácilmente.
Además, ese ratito que estemos compartiendo juntos con risas y juegos será el mejor momento del día, para ellos y para nosotros 😉