Poco a poco vamos dejando atrás los peores momentos de la pandemia en los que las relaciones sociales se paralizaron.
Los niños sobrellevaron esa situación como auténticos campeones y tuvieron que aceptar que no podían relacionarse con otros niños.
Pero, como decíamos, esa situación ha cambiado y los niños pueden volver a jugar con sus amiguitos, algo que es fundamental para su aprendizaje y su bienestar.

En el post de hoy hablamos de la importancia de que los niños jueguen con otros niños.
Sus amiguitos forman parte de su círculo de confianza
El día a día de un niño se limita a la relación que tiene con sus padres y sus familiares más cercanos y las relaciones con sus amigos.
Su realidad social es básicamente esa, por eso es tan importante la interacción con otros niños durante la infancia.
Los amigos no sólo son compañeros de juegos, sino que ayudan al desarrollo emocional y social de los niños.
El aprendizaje y la autoestima a través de la amistad
Los otros niños son con los primeros con los que los peques aprenden a relacionarse fuera del núcleo familiar, normalmente son los compañeros del colegio.
Jugando con ellos aprenden habilidades sociales y muchos valores como a compartir, a ayudar a los demás, a ser empático, a resolver problemas y a desenvolverse en su comunicación.

“La relación de los niños con sus iguales es muy importante sobre todo porque provoca una estimulación natural que es necesaria para el sistema nervioso. Al final, nuestro desarrollo está mediado por la relación con los demás. Una parte viene dada por la relación con los propios padres y otra gran parte por la relación con otros niños. Todo ello hace que tengamos unas redes de estimulación, somos seres sociales por naturaleza y eso provoca un desarrollo sano del cerebro” explica la psicóloga y doctora en neurociencia Ana Asensio
Al jugar con otros niños también se sienten aceptados por sus iguales. Todo el mundo necesita amigos y tenerlos les ayuda a mejorar su autoestima.
Se sienten queridos y necesarios.
Está claro que hay niños más introvertidos y les cuesta más relacionarse.
Hay que dejarles su espacio y poco a poco a través del juego se irán integrando y haciendo amistades.
Relacionarse y jugar con otros niños les dará confianza en sí mismos y les ayudará a adquirir una serie de habilidades que conservarán cuando sean adultos.